AUTOR: Miriam Sánchez
ILUSTRADOR: Federico Fernández
EDITORIAL: Kalandraka
“¿Dónde perdió Luna la risa?” es
un cuento en el que el hermano de Luna, al ver que esta no sonríe, va en busca
de una solución para hacerla reír. Para ello pregunta a todo animal que en su
camino encuentra hasta llegar a la solución.
Como se puede apreciar en la
imagen, en la portada aparece el título del libro, de modo que se pueda intuir
sobre que va a tratar la historia. Además, en la ilustración, aparece la imagen
de los protagonistas, e incluso podemos apreciar el nombre del autor y la
ilustración, así como la editorial, de forma que los niños sepan diferenciar
qué significa cada cosa.
En cuanto al interior del libro,
es un libro con un número corto de páginas, de forma que el niño pueda leerlo
sin que llegue a aburrirse. En cada página hay poco texto, desde una frase por
página hasta 6 frases cortitas (como se puede apreciar en la imagen siguiente)
de manera que también ayuda a mantener la atención del niño en la lectura. El
vocabulario utilizado es simple y sencillo, de forma que el niño puede
entenderlo sin problemas, por ser palabras y expresiones usadas a diario. A
esto se le añaden el uso de diálogos, de forma que propicia esa comprensión por
parte del niño, y estos diálogos tienen un tamaño de fuente mayor, así los
niños pueden diferenciar el diálogo de la narración. La estructura de la
historia se basa en una introducción del problema, un nudo donde se resuelve la
trama, y un desenlace donde solucionan el problema del inicio, además, tiene
una estructura repetitiva, es decir, el hermano de Luna pregunta a los animales
si saben dónde perdió esta su risa, y los animales le dan la misma contestación
usando diferentes sinónimos.
Por otro lado, las ilustraciones
son bastantes parecidas a los dibujos realizados por los niños, además en
algunas páginas son bastantes detallistas, mientras que en otras se ciñen a lo
que cuenta el texto. Pero esto no quita que las ilustraciones, además,
acompañen a la historia. Se puede apreciar también, que están bien delimitadas,
por lo que se pueden distinguir todos los detalles que se muestran. Los colores
son bastantes vivos, de forma que se llama la atención del niño.
Para finalizar, se puede decir
que con este libro se pueden enseñar los diferentes animales y como se llama el
sonido que hace, así como el ayudar a los de al lado cuando lo necesiten.
Jesica Blázquez Sánchez